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Intérprete superior en danza y becario en Alemania por CONICYT y DAAD:

Felipe González: "Existe la felicidad dentro del arte"

Luego de obtener una beca otorgada por Conicyt y el Servicio Alemán de Intercambio Académico, Felipe González está cursando estudios de profundización en la Folckwang Hochschule de Essen, Alemania.

"Vine a contagiar de fuerza a mis compañeros, a decirles que existe la felicidad en la danza y existen personas que están transmitiendo ese conocimiento. En nuestras manos la danza no se va a morir".

Con sólo 22 años, el licenciado e intérprete superior en danza Felipe González fue uno de los tres chilenos beneficiados con una beca entregada por Conicyt en conjunto con el Servicio Alemán de Intercambio Académico para cursar estudios de postgrado en Alemania, por lo que ya desde hace un par de meses su nuevo hogar universitario es la Folckwang Hochschule de Essen.

Felipe González está feliz. Tras finalizar una estadía de cuatro meses en Colonia y ser aceptado posteriormente en una prestigiosa escuela de danza en Essen, el próximo domingo 22 partirá de regreso a Alemania para retomar sus estudios en la Folckwang Hochschule ubicada en la ciudad de Essen. Para él, los últimos meses han sido maravillosos, y es que luego de enterarse de la existencia del programa de cooperación Chile/Alemania promovido por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), Felipe no dudó en postular al programa de becas para el área de estudios de profundización en Alemania.

Desde su creación, el programa de becas que otorga el convenio DAAD-CONICYT cuenta con cuatro modalidades, entre las cuales están las becas de doctorado en universidades alemanas, las becas en co-tutela, estudios de profundización en arquitectura, arte, diseño, cinematografía, música y especialidades médicas, y proyectos de postdoctorado. Sólo tres personas provenientes del mundo de las artes fueron beneficiadas con una beca para realizar estudios de profundización en Alemania durante un año, y entre esas personas está Felipe, quien sin hablar una gota de alemán viajó a Colonia apoyado también por el DAAD con el único objetivo de aprender el idioma.

A pesar de haber vivido una experiencia maravillosa, esa no era la primera vez que Felipe tenía la oportunidad de conocer una cultura radicalmente opuesta a la suya, pues su talento como bailarín lo había llevado a Cuba durante el año 2006, y es que tras ganar el Primer Concurso Internacional de Intérpretes de Danza Contemporánea organizado por la Escuela de Danza de la Universidad Mayor, Felipe tuvo la oportunidad de realizar un curso de perfeccionamiento nada menos que en el Ballet Nacional de Cuba.

A su regreso de dicho país, Felipe decidió retornar al Departamento de Danza para sacar la carrera de Interpretación Superior en Danza, la cual culminó en el año 2007 titulándose con distinción máxima. También es fruto de sus aptitudes y talento que aún siendo muy joven ya haya recorrido el mundo bailando, y es que tal como relata él mismo, "en Chile pertenezco a una compañía dirigida por Isabel Croxatto que se llama Compañía Abundanza, y con ellos he viajado a Singapur, Malasia, Alemania, Estados Unidos y México. Como resultado de esos viajes pude tener una visión de todo y ver qué tendencia en la danza me comenzaba a gustar, y Alemania me llamó mucho la atención".

Sin duda, el hecho de llegar a Alemania fue un logro bastante grande, porque además de haber tenido sólo 22 años cuando se fue de Chile, Felipe tampoco tenía dominio del inglés. Como relata, "yo de inglés no sabía nada, no tenía la base, vengo de una familia humilde, de un colegio público, entonces llegué allá, dije 'no hablo inglés' y recibí los peores augurios", comenta riendo. "Me dijeron buena suerte, esperamos que puedas sobrevivir. Logré pasar los cuatro niveles de alemán después de entrar en el idioma con mucho esfuerzo, porque significó volver al hábito de estudio, de tomar un libro y memorizar".

Tras culminar ese curso, Felipe debía dar una audición en la Folckwang Hochschule, porque la continuación de su beca no estaba asegurada hasta que él no fuese aceptado en dicha escuela de danza. La fecha de la audición se acercaba y durante sus meses de estudio de alemán Felipe no había tenido demasiado tiempo para dedicarle a la danza, su pasión reconocida y por la cual estaba haciendo frente a todo tipo de adversidades.

En ese momento crucial no estuvo solo. Como relata, "me acompañó quien fue mi primera maestra en la universidad: Carolina Sáez. Ella vendió su auto, viajó a Alemania y estuvo conmigo, me preparó durante una semana porque quería estar ahí por si me decían no, para decirme que estuviese tranquilo, que ahí no acababa todo. Pero me resultó, y me aceptaron".

Sin embargo, su proceso de postulación a la beca se remonta a mucho antes, y comenzó en Chile. De esa época, Felipe destaca la gran ayuda y orientación que recibió de parte de Rosa Deves, Directora del DepartamentodePostgrado de la Universidad de Chile. A diferencia de lo que ocurre con el sistema de Fondart, en el cual los comités evaluadores nunca tienen contacto directo con los postulantes, una de las etapas de la postulación a los programas de becas otorgadas por el DAAD-CONICYT incluye la presentación y defensa de un proyecto personal ante una comisión integrada por siete evaluadores.

¿En qué consistió el proyecto que presentaste ante esa comisión?

Mi proyecto está basado en Chile y consiste en traer una metodología que busca encantar a los intérpretes que están tomando la decisión de hacer danza, porque creo que si no logras encantarte con las cosas que estás aprendiendo, es muy difícil aceptar esos conocimientos. En el fondo se trata de decir que dentro de lo más simple está la danza, y desde ahí se parte. En Alemania pude ver los resultados de esa metodología porque ya llevo nueve meses allá, y he visto cómo personas que no habían hecho danza y que tenían 24 años, ya estaban danzando en el primer semestre.

Yo fui a Alemania a adquirir este conocimiento, a creer en lo que me entregaban, y ahora me doy cuenta de que existe el arte, y existe la felicidad dentro del arte. En Chile hay mucho talento, y yo vine a decirles a mis compañeros y a mis amigos que los intérpretes chilenos afuera son muy valiosos, que tengan la fuerza de creer en sus sueños. Yo creo que es eso lo que me ha hecho volar, el ir tras ese sueño. A partir de ahí las cosas y las personas correctas han ido apareciendo, pero todo mientras uno esté haciendo, porque eso es lo más importante.

¿Qué pieza elegiste para bailar en la audición de la Folckwang Hochschule?

Tuve que hacer una clase de ballet, una de flamenco y una de danza contemporánea, y después tuve que mostrar una pieza de un minuto. Lo que hice fue tomar extractos de diferentes obras que había trabajado antes, porque estando en Chile trabajé con muchos coreógrafos emergentes, con mis propios amigos que estaban coreografiando. También trabajé con gente adulta como Vicente Ruiz e Isabel Croxatto, quienes forman parte de una generación bastante revolucionaria dentro del movimiento de la danza en Chile. Eso es lo que quise mostrar en Alemania, porque al final llevo la voz de muchos, en el fondo es Chile lo que llevo.

¿Qué comentarios te hicieron después que te vieron bailar?

En la audición saqué aplausos. Y desde ese momento me dijeron que estaban muy felices. Ellos sienten que yo estoy dentro de una avenida de la danza bastante grande y que puedo llegar a hacer una historia dentro de la danza contemporánea, porque tengo todo este conocimiento de la técnica académica que me ha diferenciado un poco del resto de los intérpretes contemporáneos que se niegan a la técnica.

¿Quiénes son tus maestros en la Folckwang Hochschule?

Mis maestros son discípulos directos de Pina Bausch, y ella también fue estudiante de esa universidad. En la Folckwang Hochschule utilizan una metodología que permite que personas como Pina Bausch, a pesar de la edad que tiene, pueda seguir creando y pueda seguir creyendo en la danza. Entonces creo que es una visión bastante optimista.

¿Por qué te apasiona tanto la danza contemporánea?

Porque está más ligada a lo humano. No estoy muy de acuerdo con lo monárquico del ballet, y además yo comencé con la danza contemporánea a los 11 años en un centro artístico de Renca. Me vieron bailar en los festivales de Lo Barnechea y la Reina, donde empezó a llamar la atención este chiquitito que bailaba. Cuando tenía 14 años me llevaron a la Universidad de Chile, donde comencé a tener una formación más técnica.

También formas parte de distintas compañías...

En este instante formo parte de tres compañías acá en Chile. Estoy trabajando con Vicente Ruiz, que es el director de la Escuela de Danza de la Universidad Mayor, también estoy trabajando con Isabel Croxatto de la Compañía Abundanza, y con Andrés Cárdenas, director de la Compañía de Papel.

¿Has tenido alguna aproximación a la creación o te has mantenido sólo en el campo de la interpretación?

Si, en la universidad tuve la oportunidad de crear dos obras y las dos con bastante éxito. Me interesa mucho la creación pero también me doy los espacios para estar 100% comprometido con algo. Cuando siento que es el momento de crear, creo, pero siempre siento que es el instante de aprender, entonces siempre estoy aprendiendo, siempre estoy tomando clases y tratando de conocer cosas nuevas, en cambio con la creación han sido más bien momentos puntuales. En Alemania ya he creado tres obras, estoy trabajando con un grupo de personas allá y tengo todos mis proyectos para trabajar con esos mismos intérpretes.

¿Cómo evalúas tu experiencia en Alemania?

Llegar allá fue darme cuenta que la danza existía. Cuando llegué a Alemania me di cuenta que estaba realmente feliz, me vine feliz y ahora me voy feliz. Siento que estoy en el lugar correcto, y ver que los maestros logran percibir esa pasión que hay detrás es súper motivante, porque no se trata solamente de que el intérprete se mueve porque tiene las condiciones, sino que se mueve en él una cosa mucho más interna que en mi caso tiene que ver quizás con mi historia o con la manera en que miro todo esto. Ellos logran percibir eso y mis compañeros también.

Mis compañeros son intérpretes súper jóvenes, los del primer año están entre los 18 y los 26 años y son personas que ven en mí mucha historia en la danza, y es que claro, llevo 12 años bailando. Ahora tengo 23, por lo que puedo decir que le he dedicado más de la mitad de mi vida a esto y cada día me enamoro más, cada día estoy más feliz y cada día quiero hacer más cosas. Lo que yo estoy haciendo en este instante es volar y creer que en nuestras manos está el futuro de la danza.

¿Cuál es tu diagnóstico de la danza en Chile? Porque personalmente tengo la impresión de que acá no se potencia mucho a nivel país: No hay tantas salas aptas para hacer danza, no hay discusión teórica en torno a la danza ni tampoco hay mucho público...

Uno tiene que sobreponerse a eso y tratar de mirar de una manera súper positiva todo esto porque es bien duro para uno que es joven, está danzando y quiere hacerlo, darse cuenta que no están los espacios. Yo vine a contagiar de fuerza a mis compañeros, a decirles que existe la felicidad en la danza, existe el saber, existen personas que están transmitiendo conocimiento, y hay que agarrarse a eso y pensar que la danza no se va a morir. En nuestras manos no se va a morir. En las mías no. Y si tengo que irme lejos y luchar por Chile lo voy a hacer, porque es por Chile, no es por mí.

Hace un tiempo la Presidenta de la República me entregó una distinción porque fui uno de los becarios muy bien evaluados, y estaban muy contentos de que haya un representante de la danza afuera. Yo quisiera que fueran 10, 20 o 40 los que estamos afuera, que nos uniéramos y que hiciéramos esta danza que queremos hacer aquí pero que no es posible porque no están los espacios y hay muy poco apoyo. Por eso estoy tan agradecido de CONICYT y del DAAD, no me quejo de que sea sólo un año, yo estoy feliz igual porque fue el trampolín, lo que me hizo saltar hasta allá.

Es significativo porque generalmente en Chile se prioriza demasiado potenciar el desarrollo científico y tecnológico y se deja un poco de lado el hecho de que el arte también es necesario para el desarrollo cultural y espiritual de la nación

Sí, porque el arte tiene que ir unido al desarrollo social todo el tiempo. En Europa te das cuenta que está ligado y por eso tienen un público que está dispuesto a pagar altos precios por ir a ver danza y por ver todas las disciplinas artísticas. En Chile también se está haciendo una gran danza y yo creo que si llegara hasta Europa causaría un verdadero impacto.

Allá hay personas que dicen que aquí hay un potencial bien grande y yo también siento eso: en mis amigos jóvenes hay un potencial gigante, hay gente mejor que yo, hay gente que está haciendo miles de cosas y sin embargo tiene acceso a tan pocos espacios de difusión, tan pocos espacios para decir que la danza está luchando por sobrevivir tanto como yo, que también estoy luchando por sobrevivir allá a situaciones extremas, como soportar menos 30ºC. Ahora vine a Chile y estoy bien, me vengo a llevar el amor y darme cuenta de que estamos en el camino correcto, porque pudimos sacar de aquí lo mejor y llevar allá también lo mejor que puede llevar uno como intérprete. Ahora quiero danzar desde mi verdad.

¿Qué proyectos tienes a futuro?

Regreso el domingo a Alemania y no sé cuando pueda volver porque venir para acá cuesta un millón de pesos, pero tengo ganas de hacer un colectivo de arte con las cosas que de verdad me interesan. Yo no estoy tomando el camino hacia el éxito profesional, hacia ser un gran bailarín conocido en toda Europa, sino que estoy yendo hacia el querer ser feliz. Si en esa felicidad está ganar dinero y está el éxito, bienvenidos, pero yo quiero ser feliz. Es lo que busco, es lo que quiero y es de lo que me quiero rodear, y siento que lo estoy haciendo.

Texto y fotografías: Maira Mora / Periodista Facultad de Artes

Viernes 20 de marzo de 2009



3 Fragen an ...

Felipe González Berrios ist Tänzer und Dichter und lebt seit zehn Jahren in Köln. Bereits mit 14 Jahren startet er seine tänzerische Ausbildung an der Universität in Santiago de Chile, schließt dort mit 19 Jahren seinen Bachelor ab. 2008 kommt er nach Deutschland und vertieft seine Fähigkeiten im zeitgenössischen Tanz an der Folkwang Universität der Künste in Essen. Sein tänzerischer Schwerpunkt liegt in der Kollaboration mit anderen Künstlern wie im Projekt Schöpfer & Muse, das er zusammen mit Fenja Ludwig und Gabriel Dimanos im Rahmen von THE NRW DESIGN ISSUE 2018 im NRW-Forum in Düsseldorf präsentieren wird.

1. Ihr Geschäftskonzept in 140 Zeichen...

...eine Balance zwischen Körper und Drama zu schaffen - Möglichkeiten der nonverbalen Sprache mit Hilfe des Körpers und von Bewegungen zusammen mit anderen auszuloten.

2. Um als Kreativer Erfolg zu haben, braucht man...

...Vertrauen, Disziplin, Muße und Inspiration.

3. Es könnte alles so einfach sein, wenn in NRW...

Ich habe sehr positive Erfahrungen in NRW gemacht und mehrmals die Möglichkeit gehabt, an Stipendien (u.a. Pina Bausch Stiftung und NRW Landesbüro für freie darstellende Künste) teilzunehmen. NRW ist eine Kulturmetropole mit Künstlern aus aller Welt, in der ich mich sehr wohl fühle.

16.07.2018

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